lunes, 29 de octubre de 2007

Naomi Klein: NO LOGO

El libro de N. Klein “No Logo. El poder de las marcas” fue primeramente publicado en Canadá y en Estados Unidos en el año 2000, unas semanas después de las manifestaciones anti-globalización en Seattle, que tuvieron lugar a finales de 1999. El libro denunció a las multinacionales y su cultura de las marcas, así como las grandes organizaciones de la regulación (Organización Mundial del Comercio, Fondo Monetario Internacional, Cumbres de G7, G8), a la idea del “triunfo del estilo sobre la substancia” y la política del “marketing”.

Esta obra, dividida en cuatro partes (no space: sin espacio, no choice: sin elección, no jobs: sin tabajo, no logo: sin logos) ha tenido también importantes consecuencias al exponer las prácticas laborales en el tercer mundo, los abusos ecológicos y la explotación laboral (Nike, Shell, McDonald)



“La toma” de Naomi Klein

La película describe el proceso de recuperación de empresas en Argentina por parte de los trabajadores. Una película de los canadienses Avi Lewis y Naomi Klein. Con voluntad "subversiva" y "de emocionar" gracias a "una historia humana" en los antípodas del reality show, Klein y Lewis pretenden que La toma dé "un giro de 180 grados al debate sobre la globalización". ¿Cómo? "Presentando alternativas" a una problemática, la de la fuga de capitales y la deslocalización de empresas, capaz de "arrasar un país fronterizo entre el primer y el tercer mundo como Argentina pero que amenaza por igual a Barcelona, Toronto y Caracas".

Lewis admite que se han ocupado fábricas en otros lugares y momentos de la historia, pero destaca del caso argentino "un énfasis nuevo en la democracia de base asamblearia" y el ejemplo de una lucha obrera que sustituye "la tradición de la huelga" por la "insistencia en el derecho y la necesidad de trabajar con dignidad". Klein puntualiza: "Si en los años 70 la ocupación de fábricas fue fruto de una ideología que iba de la cabeza a los pies, hoy se ha invertido el proceso y la política nace y crece en acciones como la de ocupar no sólo una fábrica, sino una casa, un centro social o --tomados de internet-- un programa de software libre o una canción".

sábado, 27 de octubre de 2007

Shock, terror y memoria

Ayer 26 de octubre tuvo lugar en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona la conferencia de Naomi Klein con ocasión de la presentación de su último libro “La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre”

Entre sus muchas e interesantes declaraciones hay una que aquí merece especial atención: siendo el shock (personal y colectivo) un estado transitorio, que entre otras cosas aspira a destruir la memoria y el pasado, es importante preservar esta memoria que, al ser recuperada, evita los efectos que se buscan con la crisis y el shock, que no es sino estimular la pasividad y la aceptación infantil de la autoridad. Es la memoria (colectiva) y, por tanto, la consciencia de la historia, lo que permite comprender la estrategia del shock y responder creativamente. Como ejemplo puso el caso de Estados Unidos durante el atentado terrorista del 11/9, y el caso de España ante el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004. Si en América el atentado desató una ola de miedo que hizo que los ciudadanos se refugiaran en la autoridad y aceptaran pasivamente el recorte de sus garantías y derechos, después del atentado de Atocha en Madrid el pueblo recordó: el recuerdo del franquismo posibilitó la caída del gobierno vigente y sirvió para que el socialismo volviera al poder.

Memoria e imaginación son así elementos fundamentales no sólo como manifestación de la vida anímica y como "creadores de realidad" (ya Jung hablaba de actividad de la fantasía que crea diariamente la realidad), sino como medios de resistencia a la doctrina del shock.

Otro punto a destacar fue la mención de que las “victorias conservadoras” (como el triunfo de Thatcher después de la guerra de las Malvinas) suelen narrarse como victorias pacíficas en nombre del “progreso” cuando, de hecho, surgen de la sangre generada por la violencia, la guerra y el terror. “Hay que devolver esta sangre a la historia”, insistió Klein, lo cual no es sino la invitación a re-escribir la historia de los “vencidos”. Esto enlaza con el pensamiento de Walter Benjamin que escribió: “La tradición de los oprimidos nos enseña que la regla es el “estado de excepción” en el que vivimos. Hemos de llegar a un concepto de la historia que le corresponda. Tendremos entonces en mientes como cometido nuestro provocar el verdadero estado de excepción; con lo cual mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo. No en último término consiste la fortuna de éste en que sus enemigos salen a su encuentro, en nombre del progreso, como al de una norma histórica. No es en absoluto filosófico el asombro acerca de que las cosas que estamos viviendo sean “todavía” posibles en el siglo veinte. No está al comienzo de ningún conocimiento, a no ser de éste: que la representación de historia de la que procede no se mantiene”

Una vez más vale la pena hacer notar la similitud del enfoque de Klein y de Adam Curtis en su memorable “El poder de las pesadillas” que también puede verse aquí
(desgraciadamente el primer capítulo con subtítulos en castellano suele desaparecer de Video Google, pero al menos puede verse la versión original inglesa picando aquí o también aquí )

martes, 23 de octubre de 2007

La doctrina del shock: la emergencia del capitalismo del desastre

Pequeño documental cuyas imágenes resultan transparentes. Naomi Klein, que en pocos días hablará en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, es activista anti-globalización, contra la cual parecieran estar organizándose algunos grupos. El video resulta "transparente" a través de sus imágenes que ponen de manifiesto la relación entre violencia, actos de terror, guerras y desarrollo del neocapitalismo salvaje y las estrategias de la política neo-conservadora que rige en Estados Unidos y se extiende por el mundo. Interesante destacar las primeras imágenes que conmemoran los “avances” de la psiquiatría en los años 50' gracias a la “terapia de shock” o “electro-shock”. Que en medio de este horror la psicología invite a los individuos a volverse hacia “su interior” o a adaptarse a “la realidad” cuando no a “buscarse a sí mismos” en un acto de desconocimiento del mundo y su “vida lógica”, no es sino sospechoso. Esta sospecha ha impulsado a la psicología arquetipal de James Hillman, con su primaria exigencia de justicia y belleza, y a la psicología del animus de Wolfgang Giegerich en su insistencia en comprender “la lógica de la psique” mucho más allá del contexto individual, así como en lo caduco del esquema “individual/colectivo” propio de la psicología junguiana

Puede verse el video con subtítulos en castellano, picando aquí

lunes, 22 de octubre de 2007

ZEITGEIST (Espíritu de la época)

“Mientras más empieces a investigar en lo que creemos que entendemos, de donde venimos, en lo que pensamos que hacemos, más empezarás a ver que nos han mentido. Nos han mentido todas las instituciones... Las instituciones religiosas de este mundo fueron puestas allí por la misma gente que te dio tu gobierno, tu educación corrupta, que preparó los carteles bancarios internacionales. Porque a nuestros dueños les importa un bledo sobre ti o tu familia. Todo lo que les interesa es lo que siempre les ha interesado, y eso es controlar todo este maldito mundo... No sé lo que Dios es, pero sé lo que no es, y al menos hasta que estés preparado para mirar la entera verdad, donde sea que te lleve y quien sea el que te guíe; si quieres mirar para otro lado o si quieres ser parcial, entonces en algún punto vas a tener que darte cuenta de que estás lidiando con la justicia divina. Mientras más te educas, más entiendes de dónde vienen las cosas; las cosas se vuelven más obvias y empiezas a ver mentiras por todos los lados”.

Así empieza este interesante film que puedes ver con subtítulos en castellano

domingo, 21 de octubre de 2007

Hillman: Eros & Psique

Acabo de incluir en la web un fragmento de “El Mito del Análisis” de James Hillman, dedicado al complejo tema del amor (eros) y el alma (psique) y a sus extrañas, intensas y deslumbrantes relaciones. Los tormentos del amor, la animadversión, el miedo, el deseo, la compulsión... son aceptados como maneras de hacer-alma y reflejados en el trasfondo mítico de la historia de Apuleyo.

Escribe Hillman:
“La psique puede también reflejar como un espejo, asumir la guía con su lámpara, dejar el hilo a lo largo del laberinto, para encontrar el camino en una relación exterior o en la incertidumbre interior. El miedo, en tanto inhibición perteneciente a la parte demoníaca del daimon, es el inicio de la psicología. El rechazo, la impotencia y la frigidez pueden también ser expresiones del eros, parte del “no” del daimon. Dicho miedo es un regalo espontáneo del eros en la misma medida que lo es el impulso erótico mismo. Confiar y dudar, conceder y negar, abrir y cerrar, retroceder y avanzar, son parte del juego recíproco entre el eros y la psique -a través del cual el uno se va configurando por el otro-, que abarca desde el más tímido escarceo amoroso infantil hasta el ritmo de los opuestos del mysterium coniunctionis.”

Más adelante añade:
“Suponiendo que fuera posible, no tendríamos necesidad de controlar lo creativo en psicología con censuras prohibitivas del Yo o con reglas técnicas, pues el daimon, cuando se le da suficiente confianza, puede gobernar por medio de las inhibiciones naturales. Sólo hay que prestarle atención, recibirlo, escucharlo, incluirlo; sólo es menester estar pendiente de sus calambres admonitorios, de su frialdad, de su serenidad. Entonces el eros no tiene ninguna necesidad de ser combatido, controlado, o transformado en algo más noble. Su meta es siempre, en cualquier caso, la psique. Estamos obligados a confiar en el eros y en su meta. ¿Puede vivir alguien con autenticidad si no cree y confía en que los movimientos de su amor tengan un sentido último y sean fundamentalmente correctos? Podemos ser transformados por el eros, pero, aun empleando todo nuestro esfuerzo, no podemos transformarlo a él directamente, pues el eros es el impulso hacia lo alto o -en lenguaje aristotélico- la actualización, el movimiento de autorrealización que determina las transformaciones de la psique. Una idéntica ascensión y un mismo abatimiento súbito acontecen en la experiencia erótica individual en relación con la gloriosa inflación que tiene lugar siempre que se “cae” presa del amor”

Puedes leer el texto completo picando aquí

jueves, 11 de octubre de 2007

lunes, 8 de octubre de 2007

El pensamiento psico-lógico de Giegerich

Acabo de traducir y publicar “El presente como dimensión del alma” redactado originalmente en 1978 por Wolfgang Giegerich.
Pueden consultarse algunas reflexiones aquí

Wolfgang Giegerich es un destacado psicólogo analítico cuya obra ha sido considerada por David L. Miller como un avance radical en el pensamiento junguiano, más aún, como "pensamiento junguiano de tercera ola", comparando la obra de Giegerich con la de Jung mismo y con la "segunda ola", la psicología arquetipal asociada con James Hillman.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Fuego en la Piedra: Psicología Alquímica

Acabo de colgar en la web del Centro “Fuego en la Piedra”, los apuntes textuales del Seminario que tuvo lugar los viernes de julio de 2006 y que están disponibles gracias al esfuerzo y la dedicación de Toni Pasqual.

En este curso de cuatro conferencias de dos horas cada una, se tocaron temas tales como la importancia del simbolismo alquímico para la psicología, el proceso de calcinación, la simbólica del azufre, textos de Basilio Valentín, Sendivogius, Artephius, Pontanus, Blaise de Vigènere, Arnau de Vilanova, Morieno y otros alquimistas con respecto al tema del azufre, el fuego alquímico, el fuego de los filósofos, la calcinación, la sal, las cenizas, la relación entre sal y azufre, mercurio y azufre, etc. El enfoque, fiel a la psicología arquetipal de James Hillman, también se remite a textos de Jung y de Bachelard para elaborar la temática de la voluntad, el ardor, la pasión, la furia, el deseo y el poder transmutador de la imaginación.

lunes, 1 de octubre de 2007

Jung, el “establishment junguiano” y el protestantismo de Zwinglio

He mencionado en anteriores “reflexiones psico-lógicas” el tufillo moralista y reformista (protestante) que embarga muchas de las afirmaciones de la “ortodoxia” junguiana, en especial alrededor de la idea de Self (Sí-Mismo o Uno Mismo). Como se sabe, características de este espíritu reformista y reformado es la ética del trabajo, del esfuerzo y la voluntad, el moralismo, el puritanismo, el antiintelectualismo, el sentimentalismo y el horror a las imágenes (y a la imaginación).

Hojeando la revista Spring 56, A Journal of Archetype and Culture, otoño de 1994, en cuyo equipo editorial participaba James Hillman, me he topado con la siguiente nota editorial, que traduzco aquí:

Spring 56: ¿Quién era Zwinglio?
“Es raro que haya algún número de esta revista en la que el nombre de Ulrich Zwinglio no haya aparecido. En el presente número, la carta de Charles Asher y el artículo de James Hillman lo invocan nuevamente. Intentamos editar Spring para que nuestros lectores no tengan que correr a sus enciclopedias con demasiada frecuencia, puesto que sabemos que la mayoría de vosotros no estáis en este momento en bibliotecas. A juzgar por nuestra lista de suscripciones, la mayor parte de vosotros lee esto en salas de espera, en bares, en rectorías de iglesias, en retiros New Age, en Yeshivas, en lavabos e incluso en prisiones (y no en ese orden). Probablemente no tenéis tiempo para buscar el nombre “Zwinglio” aunque lo desearais. De modo que además de incluir su retrato en la cubierta, aquí hay alguna ayuda.
Nació en 1484 en el pueblo suizo de Wildhaus, Toggenburg, estudió en la Universidad de Viena y se graduó en la Universidad de Basilea como clasicista (en Griego y en Hebreo). Fue ordenado sacerdote a los veintidós años y sirvió durante tres años en Einsiedeln, donde según dijo aprendió por primera vez la verdad evangélica. Al leer el Nuevo Testamento en las ediciones de Erasmo, decidió que “el Evangelio” era suficiente como religión y lo bastante simple para cualquiera, y denunció la teología que durante siglos se había acumulado en la Iglesia Católica Romana. Como capellán del ejército de fuerzas mercenarias suizas, visitó Roma tres veces y se horrorizó por lo que vio allí.
En 1518 se mudó a la Gran Catedral Minster de Zurich, donde sus sermones comenzaron la Reforma en Suiza. Predicó en contra del ayuno y del celibato de los sacerdotes, admitiendo que encontraba anti natural las castidad (En 1524 se casó con Anna Reinhard, después de vivir con ella durante dos años).
Era peculiarmente exaltado para destruir imágenes y cuadros empleados en la devoción religiosa, y consideraba el culto de los santos como una forma de idolatría también (El santurario de la Virgen Negra en Einsiedeln era famoso). Puesto que la Iglesia era la congregación y no la jerarquía, impulsó una reorganización de la constitución suiza sobre principios de democracia representativa, reduciendo así el desproporcionado poder electoral de los cantones católicos.
Influyó profundamente a Jean Calvino, cuya lectura de Zwinglio eventualmente se transformó en la religión protestante establecida en Suiza. Se encontró con Lutero, quien le disgustó intensamente, en 1529, pero ambos fueron incapaces de resolver sus diferencias o de formar una alianza. En 1531 Zwinglio impulsó a los suizos evangélicos para que atacaran los cantones católicos. En la batalla de Kappel, perdió el lado protestante en esta guerra civil. Zwinglio murió en combate. Los soldados católicos cortaron su cadáver en cuartos y lo quemaron con estiércol par que no se empleara ninguna parte como reliquia.
En el lugar donde cayó, se lee una inscripción: “'Pueden matar el cuerpo, pero no el alma'; así habló en este sitio Ulrich Zwinglio, quien por la verdad y la libertad de la Iglesia Cristiana murió la muerte de un héroe, 11 de Octubre de 1531”.
¿Por qué continúa apareciendo este nombre en los artículos de Spring? Porque C. G. Jung, de quien somos lejanos retoños, había nacido en la tradición de Zwinglio, y es una parte inexpugnable del propio cristianismo de Jung. Muchos escritores de Spring en los últimos años, especialmente al considerar el concepto de “Self” de Jung, proponen que, al margen de lo que se haga con ellas, las ideas junguianas esenciales están cargadas con parroquiales supuestos protestantes suizos , orginados en Zwinglio. El mismo Jung inevitablemente tomó por supuesto tal trasfondo -después de todo, era parte del aire que respiraba. Pero, salvo para Establishment Junguiano, apenas si es posible dejar sin cuestionar tales premisas ocultas, si es que las ideas de Jung han de leerse críticamente y no sólo fosilizarse en una religión propia.
Zwinglio no es la totalidad del pasado religioso de Jung en absoluto, aunque es una parte singular del bagaje intelectual que acarrea; como una de esas enormes maletas de cuero que algún aldeano suizo ocasionalmente deposita en el pasillo de Swissair cuando vuela de vacaciones por una semana a Mallorca. Una especie de mamotreto antiguo, y pesado.
Los Editores”.