viernes, 25 de julio de 2008

André d'Arkor, magnífico tenor belga

Aquí se lo puede escuchar la “Berceuse” de Jocelyn, de Godard en una grabación de los años 30'



También puede escucharse picando en el siguiente enlace

Aquí, D'Arkor en el Romance de Charlot, de Maître Pathelin, de Bazin:

jueves, 24 de julio de 2008

Nicolai Gedda

El tenor sueco ha sido uno de las grandes cantantes de la segunda mitad del siglo XX, que podía afrontar con igual rigor estilístico e idiomático el repertorio para tenor lírico francés, alemán o ruso. También abordó, ¿cómo no? el repertorio italiano, pero aquí pudo notarse su falta de italianidad, si bien su canto siempre ha sido impecable.
Aquí hay un ejemplo de su magnífico legato, del uso del "mixto" y de la belleza de su canto, en una grabación de 1953 del aria “Du pauvre seul ami fidele” de la ópera de Auber “La muette de Portici”

sábado, 19 de julio de 2008

Oración

Esta es la “Preghiera” de María Suarda, de Donizetti, tal como la cantó Montserrat Caballé en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1967

viernes, 18 de julio de 2008

La huída ante el pensar


En su magnífico discurso de 1955, traducido usualmente como “Serenidad” (Gelassenheit), si bien podría acaso traducirse más efectivamente como “Dejidad”, Martin Heidegger habló de “la huida ante el pensamiento” que caracteriza al hombre contemporáneo.

Cito a continuación un largo pasaje de esa conferencia:

“No nos hagamos ilusiones. Todos nosotros, incluso aquellos que, por así decirlo, son profesionales del pensar, todos somos, con mucha frecuencia, pobres de pensamiento (gedanken-arm); estamos todos con demasiada facilidad faltos de pensamiento (gedanken-los). La falta de pensamiento es un huésped inquietante que en el mundo de hoy entra y sale de todas partes. Porque hoy en día se toma noticia de todo por el camino más rápido y económico y se olvida en el mismo instante con la misma rapidez. Así, un acto público sigue a otro. Las celebraciones conmemorativas son cada vez más pobres de pensamiento. Celebración conmemorativa (Gedenkfeier) y falta de pensamiento (Gedankenlosigkeit) se encuentran y concuerdan perfectamente.

Sin embargo, cuando somos faltos de pensamiento no renunciamos a nuestra capacidad de pensar. La usamos incluso necesariamente, aunque de manera extraña, de modo que en la falta de pensamiento dejamos yerma nuestra capacidad de pensar. Con todo, sólo puede ser yermo aquello que en sí es base para el crecimiento, como, por ejemplo, un campo. Una autopista, en la que no crece nada, tampoco puede ser nunca un campo yermo. Del mismo modo que solamente podemos llegar a ser sordos porque somos oyentes y del mismo modo que únicamente llegamos a ser viejos porque éramos jóvenes, por eso mismo también únicamente podemos llegar a ser pobres e incluso faltos de pensamiento porque el hombre, en el fondo de su esencia, posee la capacidad de pensar, «espíritu y entendimiento», y que está destinado y determinado a pensar. Solamente aquello que poseemos con conocimiento o sin él podemos también perderlo o, como se dice, desembarazarnos de ello.

La creciente falta de pensamiento reside así en un proceso que consume la médula misma del hombre contemporáneo: su huida ante el pensar. Esta huida ante el pensar es la razón de la falta de pensamiento. Esta huida ante el pensar va a la par del hecho de que el hombre no la quiere ver ni admitir. El hombre de hoy negará incluso rotundamente esta huida ante el pensar. Afirmará lo contrario. Dirá - y esto con todo derecho - que nunca en ningún momento se han realizado planes tan vastos, estudios tan variados, investigaciones tan apasionadas como hoy en día. Ciertamente. Este esfuerzo de sagacidad y deliberación tiene su utilidad, y grande. Un pensar de este tipo es imprescindible. Pero también sigue siendo cierto que éste es un pensar de tipo peculiar.

Su peculiaridad consiste en que cuando planificamos, investigamos, organizamos una empresa, contamos ya siempre con circunstancias dadas. Las tomamos en cuenta con la calculada intención de unas finalidades determinadas. Contamos de antemano con determinados resultados. Este cálculo caracteriza a todo pensar planificador e investigador. Semejante pensar sigue siendo cálculo aun cuando no opere con números ni ponga en movimiento máquinas de sumar ni calculadoras electrónicas. El pensamiento que cuenta, calcula; calcula posibilidades continuamente nuevas, con perspectivas cada vez más ricas y a la vez más económicas. El pensamiento calculador corre de una suerte a la siguiente, sin detenerse nunca ni pararse a meditar. El pensar calculador no es un pensar meditativo; no es un pensar que piense en pos del sentido que impera en todo cuanto es.

Hay así dos tipos de pensar, cada uno de los cuales es, a su vez y a su manera, justificado y necesario: el pensar calculador y la reflexión meditativa.

Es a esta última a la que nos referimos cuando decimos que el hombre de hoy huye ante el pensar. De todos modos, se replica, la mera reflexión no se percata de que está en las nubes, por encima de la realidad. Pierde pie. No tiene utilidad para acometer los asuntos corrientes. No aporta beneficio a las realizaciones de orden práctico.

Y, se añade finalmente, la mera reflexión, la meditación perseverante, es demasiado «elevada» para el entendimiento común. De esta evasiva sólo es cierto que el pensar meditativo se da tan poco espontáneamente como el pensar calculador. El pensar meditativo exige a veces un esfuerzo superior. Exige un largo entrenamiento. Requiere cuidados aún más delicados que cualquier otro oficio auténtico. Pero también, como el campesino, debe saber esperar a que brote la semilla y llegue a madurar.

Por otra parte, cada uno de nosotros puede, a su modo y dentro de sus límites, seguir los caminos de la reflexión. ¿Por qué? Porque el hombre es el ser pensante, esto es, meditante. Así que no necesitamos de ningún modo una reflexión «elevada». Es suficiente que nos demoremos junto a lo próximo y que meditemos acerca de lo más próximo: acerca de lo que concierne a cada uno de nosotros aquí y ahora; aquí: en este rincón de la tierra natal; ahora: en la hora presente del acontecer mundial”.

miércoles, 16 de julio de 2008

Una gran voz

y qué fiato (capacidad de cantar largas líneas sin cortar para tomar aire), y qué línea tan hermosamente delineada. Y qué capacidad de variación dinámica (de pasar del canto suave al fuerte, del fuerte al suave, del suave al suavísimo, etc)
Montserrat Caballé en el aria de Il Pirata, de Bellini



Tanta gente habla de belleza y es incapaz sin embargo de apreciarla...

lunes, 14 de julio de 2008

La trampa (3): Le obligaremos a ser libre

Este tercer episodio de la serie documental “La trampa. Qué pasó con nuestros sueños de libertad” de Adam Curtis, se centra en los ideas de Isaiah Berlin acerca de libertad positiva y libertad negativa. Según Berlin el segundo concepto (libertad de coerción), carente de contenido positivo definido, podría evitar todo fundamentalismo, ya que presumiblemente los grupos convencidos de una definición positiva de libertad han acabado usando la violencia para imponerla.
Curtis muestra cómo este concepto de libertad "negativa" fue también empleado para defender una sociedad de libre mercado y cómo fue a su vez "positivizado" para justificar la defensa de regímenes dictatoriales, la manipulación de la información y la imposición de una libertad que cercena la posibilidad creativa de los seres humanos y los reduce a seres manejables y conformes con la gratificación de sus deseos egoístas.


La Trampa (2): El Robot Solitario

En la segunda parte de su documental, Adam Curtis muestra cómo al cuantificar conductas y someterlas “al poder de los números” surge una tipología robotistica de la conducta humana, con una serie de “síntomas"” cuantificables: crisis de ansiedad, ataque de pánico, conducta bi-polar, etc. Esto genera un “standard” de normalidad que va a regir a la psicología y promover el uso de fármacos para normalizar el comportamiento humano y hacer que la gente se conduzca más previsiblemente, como máquinas mejor adaptadas. Estos y otros temas pueden verse en el segundo capítulo de la serie



Segunda parte:El Robot Solitario
Tercera parte: Le obligaremos a ser libre

domingo, 13 de julio de 2008

La Trampa (1): ¿Qué pasó con nuestros sueños de libertad?

En su momento puse una nota y la primera parte (en versión original inglesa) de este inquietante documental de Adam Curtis, que puede verse en inglés aquí.
“La trampa: qué pasó con nuestro sueño de libertad?” es el nombre de una serie documental en tres capítulos por Adam Curtis (conocido por otros inquisitivos documentales como “El siglo del individualismo” o “El poder de las pesadillas”) dado en la BBC en 2007. En tres programas de aproximadamente una hora cada uno se explora la idea y la definición de libertad.
El primer capítulo (“Jode a tu colega”) examina el origen de la “teoría de juegos” del matemático John Nash (popularizado en la películo “Una mente maravillosa” ) durante la guerra fría y cómo sus modelos matemáticos de la conducta humana se filtraron en la economía. La premisa de esta teoría es que los seres humanos son criaturas egoístas que se mueven por interés propio y que continuamente construyen estrategias para satisfacer esos deseos egoístas. A partir de esta premisa Nash construyó modelos lógicos consistentes y matemáticamente verificables, por lo que ganó el Premio Nóbel. Una de sus creencias acerca de la conducta humana se tipificó en la estrategia que Nash tituló “Adiós mamón -jode a tu colega”, en la cual el único modo de ganar consiste en traicionar al compañero de juego. Más tarde se supo que Nash padecía una esquizofrenia paranoide, por lo que sospechaba de todos y se sentía perseguido y objeto de conspiraciones, pero sus teorías se emplezaron para crear la estrategia nuclear de los Estados Unidos durante la guerra fría y más tarde para justificar una visión social que, equiparando libertad individual con libertad de mercado, ha generado una mayor desigualdad, más injusticia y, curiosamente, pérdida de libertades y derechos. Esta es, justamente, “la trampa”

Ahora, finalmente, esta primera parte puede verse con subtítulos en castellano:


Segunda Parte: El Robot Solitario
Tercera y última Parte: Le obligaremos a ser libre

sábado, 12 de julio de 2008

Heidegger: La pregunta por la técnica

En su artículo “Ciencia y Meditación” incluído en el mismo libro que el presente ensayo, La pregunta por la técnica, Heidegger afirma que “al igual que el arte, la ciencia no es únicamente una actividad cultural del hombre. La ciencia es un modo, y además un modo decisivo, como se nos presenta todo lo que es. Por ello debemos decir: la realidad, en el interior de la cual el hombre de hoy se mueve e intenta mantenerse, está codeterminada en sus rasgos esenciales por lo que llamamos la ciencia occidental-europea. Si meditamos acerca de este proceso veremos que, en el ámbito del mundo occidental y en la época de su historia acontecida, la ciencia ha desplegado un poder como hasta ahora nunca se ha podido encontrar en la tierra, y finalmente está extendiendo este poder sobre todo el globo. Ahora bien ¿es la ciencia sólo un artefacto del hombre que se ha elevado a un dominio tal que se podría pensar que algún día, por obra del querer humano, por decisiones de comisiones, pudiera ser demolido de nuevo? ¿O bien prevalece aquí un sino más alto? ¿Domina en la ciencia algo más que un mero querer saber por parte del hombre? Así es en efecto. Prevalece Algo Distinto. Pero esto que es distinto se nos ocultará mientras sigamos atados a las representaciones habituales de la ciencia. Esto Distinto es un estado de cosas que prevalece y atraviesa todas las ciencias y que, sin embargo, permanece oculto a ellas”

viernes, 11 de julio de 2008

Lohengrin por Prandelli

Lohengrin es la última “ópera” -teatro musical que consta de números cerrados- compuesta por Wagner antes de abordar lo que él llamaría “drama musical”. Aunque concebida en alemán, las versiones italianas tienen enorme encanto. He aquí la grabación de un momento, por el tenor italiano Giacinto Prandelli en 1949: