El tenor sueco ha sido uno de las grandes cantantes de la segunda mitad del siglo XX, que podía afrontar con igual rigor estilístico e idiomático el repertorio para tenor lírico francés, alemán o ruso. También abordó, ¿cómo no? el repertorio italiano, pero aquí pudo notarse su falta de italianidad, si bien su canto siempre ha sido impecable.
Aquí hay un ejemplo de su magnífico legato, del uso del "mixto" y de la belleza de su canto, en una grabación de 1953 del aria “Du pauvre seul ami fidele” de la ópera de Auber “La muette de Portici”