sábado, 19 de septiembre de 2009

La fuerza del pensamiento


En un pasaje de su aguda y voluminosa obra sobre Nietzsche(1),  Martín Heidegger hace la siguiente observación (mi traducción):

“¿Cómo puede un pensamiento (una idea) poseer fuerza determinativa? “¡Ideas!” ¿Cómo cosas tan volátiles van a ser centro de gravedad? Por el contrario, ¿no es acaso determinante para el hombre justamente lo que se agolpa a su alrededor, sus circunstancias -por ejemplo, su alimento? Recordad la famosa sentencia de Feuerbach: “El hombre es lo que come”. ¿Y, junto con el alimento, la localidad? Recordad las enseñanzas de los sociólogos clásicos ingleses y franceses respecto al milieu- que significa tanto la atmósfera general como el orden social. ¡Pero los “pensamientos” no, ni con la mejor voluntad!
A todo ésto Nietzsche respondería que es precisamente una cuestión de ideas, puesto que éstas determinan al hombre aún más que aquellas otras cosas; ellas solas le determinan con respecto a esos mismos alimentos, con respecto a su localidad, a su atmósfera y su orden social. En el “pensamiento” se hace la decisión respecto a si los hombre y las mujeres adoptarán y mantendrán precisamente estas circunstancias o si elegirán otras; si aún interpretarán las circunstancias escogidas de este modo o de este otro; si bajo este o aquel conjunto de condiciones pueden o no hacerse cargo de tales circunstancias. El hecho de que tales decisiones con frecuencia se desplomen en la irreflexión (carencia de pensamiento) no testimonia
contra el dominio del pensamiento, sino a favor suyo. Tomado por sí mismo, el milieu no explica nada; no hay milieu en sí mismo. En este sentido Nietzsche escribe (en La Voluntad de Poder, 70; de los años 1885-86): “Contra la doctrina de la influencia del milieu y de las causas extrínsecas: la fuerza interior es infinitamente superior”.
La más
intrínseca de las “fuerzas interiores” son las ideas.” (ps. 22-23)

O, dicho de una manera aún más clara: la más interna de las fuerzas internas es el pensamiento, la idea. Naturalmente, no se trata aquí de “mis pensamientos” o “tus pensamientos”, “mis ideas” o “tus ideas”, sino de LA IDEA que se abre camino, aún a través de la pobreza o incluso ausencia de pensamientos- se abre camino no sólo en el ser humano, en la realidad colectiva, sino en el mundo mismo. Es a esta idea a lo que W. Giegerich llama “la vida lógica del alma”.

Sin embargo puede advertirse que, en la carencia de ideas (no de ideas como “ideales”, o en tanto que “visiones” o mejor aún, “imágenes”, sino en tanto que pensamiento que se hace consciente de sí) que invade el ámbito de la psicología actual, por no decir otras ocupaciones “simbólicas” como la astrología -que además se nutre de la psicología, tal como se aprecia fácilmente en la obra de Bruno Huber, Liz Greene, Howard Sasportas, Jeff Green, Richard Tarnas y tantos otros- hay en acción, no obstante, una “idea”, un “pensamiento”, que es justamente el motor (la fuerza intrínseca) de esa ausencia de pensamiento. Es precisamente ese pensamiento el que requiere ser pensado y el que, por el momento, opera aún sin ser reconocido.

(1) M. Heidegger, Nietzsche, translated by David Farrell Krell, ed. Haper Collins, 1991

domingo, 13 de septiembre de 2009

Randi: Más allá de la ciencia



Recomiendo ver los capítulos siguientes en la lista de reproducción, también en YouTube

James Randi y el desenmascaramiento de los fraudes: astrología,tarot, videncia y demás

James Randi es un famoso y consumado “mago” (en el sentido de “ilusionista”) que, después de haber dominado y triunfado con todo tipo de trucos y de tretas, decidió afrontar el mundo del “esoterismo” y las disciplinas “paranormales”, a fin de verificar si hay algo de verdad en ello. No sólo propuso, a través de la Fundación James Randi, un premio de 1.000.000 de dólares para quien se sometiera a pruebas objetivas y lograra demostrar irrefutablemente su pretensión (ya sea de vidente, de astrólogo, de conexión con “espíritus”, de poderes “paranormales”, etc.), sino que desenmascaró, entre otros, al entonces popular Uri Geller, famoso por doblar tenedores, cucharas y metales con el presunto “poder” de su mente (telekinesis).

Iré añadiendo videos (desgraciadamente sólo en inglés) donde Randi desenmascara a astrólogos y a la astrología ya sea como medio de determinar el carácter, de afrontar las relaciones o de asesoría en finanzas, entre otras cosas. Lo curioso es que pocos astrólogos discutan estos resultados y estén dispuestos a un debate inteligente.

Hace tiempo publiqué una serie de objeciones al best-seller de R. Tarnas, “Cosmos y Psique”, y aunque por ello he sido muy criticado en el ambiente astrológico, nadie -absolutamente nadie- respondió a esas objeciones. La falta de razones, es evidente. Usar la astología como una religión o un dogma, por otra parte, es atentar contra el espíritu mismo que movía a buscar en la astrología algún tipo de "verdad", más que una creencia.



Seguiré publicando más videos de James Randi y sus inteligentes observaciones sobre la la astrología, y su empleo por estafadores, charlatanes e ingenuos

viernes, 4 de septiembre de 2009